El hombre calvo de Brazzers tampoco sabía cómo jugar cricket real antes, pero recientemente ha estado enseñando activamente este tipo de juego. Todo va muy bien, pero los planes se ven alterados por la visita de un pariente lejano de su esposa, que planea vivir aquí durante un par de semanas. El trasfondo hormonal de la joven simplemente está por las nubes, pues desde las primeras horas de su vida en una casa extraña juguetea con un cepillo y se mete pelotas de cricket gordito follando en el coño. A raíz de todo esto, toda la atención de Johnny Sins se centra en el invitado, al que complace lo mejor que puede. No hay tiempo para el cricket.
