Boyardos, mis boyardos, frascos maravillosos en todas las farmacias de su ciudad: un problema real para el ver videos porno gorditas cual no hay soluciones de la palabra en absoluto. Pero el farmacéutico ruso Alexei Maetny, que fue llevado a trabajar a los Estados Unidos, no puede leer recetas sin conocer el idioma y no entiende el idioma. Entonces se dio cuenta de que la novilla le pica entre las piernas, porque quiere la tintura de los boyardos. Y qué hacer con esas damas, aprendió. Haz lo que quieras, por un par de fuffers te van a dar por el culo, un método probado.
