Dio la casualidad de que mi jefe se folló a miles de chicas y el final lógico de su carrera fue retirarse y colgar una polla gorda y flácida en un clavo. Y cuando las chicas acuden por costumbre al casting, buscan a un hombre gordo y peludo. Y aquí no está. Ahora estoy en gordas infieles xxx su lugar y continúo la gloriosa tradición de seleccionar chicas para el cine para adultos. Solo que ahora, no todos me dan por el culo, o mejor dicho, no me dan nada. Es una pena.
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